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En los últimos tiempos, la Madre de Dios se ha aparecido en varias partes del mundo y ha pedido que se rece el Rosario, la oración que dio al mundo hace siglos. Es su oración preferida, pues es esencialmente una meditación sobre la vida de su Divino Hijo. El Rosario es una combinación de oración vocal (los padrenuestros y avemarías) y de oración mental, es decir, de reflexión sobre los acontecimientos importantes de la vida de Cristo y de su Madre.
Cuando se habla del Rosario, se suele entender que se trata de cinco decenas, es decir, una cuarta parte del Rosario completo. Aunque muchos católicos rezan cinco decenas del Rosario cada día, hay un número considerable que reza quince o veinte decenas diariamente.
Algunas preguntas frecuentes son: ¿cómo rezar el Rosario y cómo afrontar las dificultades mientras se reza? Para obtener más información sobre el Rosario y su historia, se pueden encontrar algunas lecturas adicionales en El secreto del Rosario (parte 1), de San Luis de Montfort, Understanding The Rosary, de Fr. Basil Cole, OP y Fr. Paul Duffner, OP In Defense of A Tradition.
Gloria patri
El Rosario se compone de veinte “misterios” (acontecimientos o momentos significativos de la vida de Jesús y María) que, siguiendo la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, se agrupan en cuatro series. La primera contiene los misterios gozosos (que se recitan los lunes y sábados); la segunda, los misterios de la luz (jueves); la tercera, los misterios dolorosos (martes y viernes); y la cuarta, los misterios gloriosos (miércoles y domingos). “Esta indicación no pretende limitar la legítima libertad en la oración personal y comunitaria, en la que hay que tener en cuenta las necesidades espirituales y pastorales, así como la ocurrencia de celebraciones litúrgicas particulares que pueden exigir adaptaciones adecuadas” (Rosarium Virginis Mariae, 38). ¿Cómo rezar el Rosario?
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Oh Dios, ven en mi ayuda;Oh Señor, apresúrate a ayudarme.Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.Como era en el principio, es ahora y será siempre,por los siglos de los siglos. Amén.
Santo rosario
Kayla Harris no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Es uno de los momentos más famosos del catolicismo moderno: la aparición de Nuestra Señora de Fátima. La Virgen María se apareció supuestamente a tres niños portugueses en 1917, cuando gran parte del mundo estaba inmerso en la Primera Guerra Mundial. A lo largo de una serie de seis apariciones, María recalcó a estos jóvenes pastores que, para traer la paz, debían rezar el rosario todos los días.
Como archivista y profesora asociada de la Biblioteca Mariana de la Universidad de Dayton, conservo una colección de objetos que ilustran muchas formas de devoción popular a la Virgen María, incluidos casi 900 rosarios únicos. Cada uno de ellos cuenta una historia de las personas que los poseían y de cómo han evolucionado los rosarios.
La palabra “rosario” hace referencia a un conjunto de oraciones de la Iglesia católica, así como a un objeto físico. Mientras rezan el rosario, los católicos utilizan un conjunto de cuentas o nudos para contar y llevar la cuenta de las oraciones. Las cuentas de oración como herramientas físicas de recuento son bastante comunes en varias religiones, como el Islam, el hinduismo, el budismo y el jainismo.
Misterios dolorosos (familia)
El Rosario es una oración basada en la Escritura. Comienza con el Credo de los Apóstoles, que resume los grandes misterios de la fe católica. El Padre Nuestro, que introduce cada misterio, es de los Evangelios. La primera parte del Ave María son las palabras del ángel que anuncia el nacimiento de Cristo y el saludo de Isabel a María. San Pío V añadió oficialmente la segunda parte del Ave María. Los Misterios del Rosario se centran en los acontecimientos de la vida de Cristo. Hay cuatro grupos de Misterios: Alegre, Doloroso, Glorioso y -añadido por San Juan Pablo II en 2002- el Luminoso.
La repetición del Rosario tiene por objeto llevar a la persona a una oración reposada y contemplativa relacionada con cada Misterio. La suave repetición de las palabras nos ayuda a entrar en el silencio de nuestro corazón, donde habita el espíritu de Cristo. El Rosario puede rezarse en privado o en grupo.
“En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David, y la virgen se llamaba María”. – Lucas 1:26-27
